Ordalías, Juicios de Dios y otras pruebas

Tenemos que demostrar o acreditar que nuestra propuesta tiene fundamento. Como decimos, estamos posiblemente ante una única representación en la que aparece el (o los) protagonista/s de la prueba del acqua calda transportando los elementos para la misma y al mismo tiempo uno de ellos realiza el gesto de introducir la mano en la bocca della veritá.
En ese sentido vamos a examinar el estudio de Beatriz Mariño que hemos citado (In Palencia...en Compostellanum de 1986) en el que precisamente agradece a su gran maestro, Moralejo, su dirección en la Memoria de licenciatura de 1982. Éste había mostrado interés por esa figura jurídica y como hemos contado, observó su presencia esculpida en algunas portadas del norte de Palencia.
Después nos adentraremos en la abundante literatura jurídica para demostrar cómo en esa época, finales del XI, se continuaba practicando la Ordalía con muchas reticencias de la autoridad eclesiástica, especialmente por los defensores de la nueva liturgia.
Explica Moralejo en el artículo "Artistas..." cómo se ha de tener en cuenta el público al que iban dirigidas las esculturas mostradas en los templos en un momento en que los burgos comienzan a tener entidad. Dice que "la tendencia simplificadora de los manuales (de arte) en aras de una dudosa eficacia didáctica, ha vulgarizado y consagrado la imagen de un arte románico, rural, monástico y feudal frente a un gótico urbano, burgués y catedralicio o parroquial".
Ese maniqueismo que "ayuda" a clasificarlo todo, cuando estamos ante unos edificios con mucho mayor alcance social que el puramente religioso y que tienen que reflejar los sentimientos de aquellas gentes, incluso más allá de lo que los guardianes de los documentos han decidido conservar o destruir en las bibliotecas conventuales.
Por eso, un poco más adelante, el insigne profesor, citando a Schapiro y Salvini afirma que "nos encontramos ante un fenómeno artístico consciente de la emergencia de un nuevo medio social, de un nuevo público y mentalidad, al que hay que dirigirse en un nuevo lenguaje y proponerlo también un nuevo código moral". Esto es lo que parece transmitir la iconografía de Frómista encargada por el entorno del rey Alfonso VI: nuevo orden. Y para ello muestran al tiempo lo que se quiere renovar: para el pueblo,las viejas leyes de la justicia vengativa y brutal,  y para los monjes, la liturgia clerical.
El primer ejemplo de una escena similar -introducción de la mano en la boca de una gran máscara, habitualmente identificada como de león- lo tenemos muy cerca de Frómista: en la iglesia de Santiago de Carrión de los Condes. Veamos ahora la otra cara del mismo capitel

Tomamos la descripción de la misma Beatriz Mariño: "También los capiteles que sostienen la arquivolta de Santiago de Carrión parecen subrayar el carácter negativo de la lucha. En el capitel izquierdo, dos figuras vestidas con túnica introducen su mano derecha en las fauces de una máscara de león. Llevan un sudario con una pequeña figura, a la que un cuarto personaje, hoy decapitado, agarra por los cabellos.La otra cara muestra una escena idéntica: pero aquí, las fauces del león están cerradas, y la pequeña figura del sudario tiene un libro en las manos. La relación iconográfica de este capitel con la "batalla de escudo y bastón" (que es el tema que desarrolla en su artículo) parece verse confirmada por otros dos ejemplos." 
Estos otros ejemplos los veremos a continuación. De lo dicho antes por Mariño tenemos que matizar que en la cara donde el león tiene la boca cerrada, los personajes muestran su mano cerrada, sin tener que someterse a la devoración. El "alma" salvada lleva un gran libro sobre el que señala con la mano, probable alusión al juramento fidedigno del acusado que jura en nombre de Cristo. Por otro lado, la expresión aterrada del "alma" en la otra cara, que es cogida por los cabellos por quien suponemos fuera un diablo señala una clara condena. El monstruo devora las manos culpables".  Se muestra el contraste entre el juramento fiel y el perjurio. El sentido moral y religioso de esa ordalía, se completa con el episodio civil y jurídico de la arquivolta donde se reproduce la lid de escudo y bastón con la dama sufriente como objeto probable de la disputa. A la vista de esta sugerente posibilidad, poco importa el error de la investigadora al decir que ambas figuras introducen su mano derecha, ya que es evidente que las de nuestra izquierda usan su izquierda, lo mismo que ocurre en el capitel de Frómista, por puras razones de simetría iconográfica.

A nuestro juicio, y tal como señala la investigadora, muchas de estas ordalías se realizaban en espectaculares ceremonias en la iglesia en casos de perjurio y este capitel quiere mostrar, conminar a los que se someten a ese juramento que su alma será condenada o salvada según la autenticidad del testimonio. Más adelante veremos los detalles de la ordalía representada en Frómista, en la que se utilizaban las gleras en una horrible prueba para evitar la proliferación de los falsos testimonios en determinados delitos.


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